Se estima que al año se abandonan alrededor de 200.000 animales en España, lo que nos sitúa a la cabeza de abandonos de la Comunidad Europea. Muchos de estos animales mueren antes de poder ser atendidos por una protectora o institución municipal. Por contra, nuestro índice de adopción fluctúa entre el 7% y el 9%, uno de los más bajos de la Unión. De hecho, muchos de los animales rescatados por los diversos refugios terminan en casas de ciudadanos de otros países como Alemania, Bélgica o Francia.
De entre los animales que son recogidos por las protectoras, los casos más comunes son:
· Animales abandonados "responsablemente" en las protectoras por sus dueños o por terceras personas.
· Animales abandonados en las calles.
·Animales extraviados.
El 75% de los animales domésticos recogidos en las calles son animales que se han extraviado, y de ellos un gran porcentaje no lleva implantado el microchip obligatorio, por lo cual no pueden ser
devueltos a sus hogares. Solo el 16,8% de los perros extraviados son devueltos a sus dueños, y con respecto a los gatos, esta cifra baja hasta el 4,7%
Las distintas Leyes de Protección de Animales Domésticos de las distintas comunidades autónomas, consideran que abandonar o maltratar un animal es una "infracción grave o muy grave", que está castigada con multas de entre 1.500 y 15.000 euros y que puede comportar la prohibición de adquirir otros animales por plazo de uno a diez años. De hecho se marca como objeto importante "la protección de los animales domésticos y salvajes que viven en cautividad, bajo la posesión o protección del hombre, recogiéndose en ella las atenciones mínimas que han de recibir los animales, desde el punto de vista higiénico-sanitario, así como la tenencia, venta o mantenimiento de estos, a fin de garantizar unos mínimos de buen trato de los animales, regulándose a dicho objeto la inspección y vigilancia, las obligaciones de sus poseedores, los centros de recogida y albergues o las instalaciones para su mantenimiento temporal".
En los últimos años ha aumentado el número de personas que tienen unanimal exótico o salvaje en casa: serpientes, iguanas, arañas, loros, tortugas, etc. El problema es que estos animales no dan el mismo cariño que una mascota tradicional y además requieren unos cuidados especiales, por lo que muchos de ellos acaban abandonados. Esto no sólo perjudica al animal sino que además puede dañar el ecosistema, ya que, cuando un animal exótico es dejado a su suerte, trata de sobrevivir aclimatándose a nuestro medio, ocupando un lugar en el ecosistema que no le corresponde y que desplaza a otras especies.
Actualmente están vigentes en nuestro país varias leyes que protegen a los animales exóticos: la Ley de Contrabando, el Código Penal (artículo 16), la denominada Ley de Animales Potencialmente Peligrosos, y el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), que es únicamente vinculante y que regula a 33.000 especies (28.000 de ellas de flora y 5.000 de fauna). Infringir cualquiera de estas legislaciones, ya sea por parte de personas que se dedican a la compraventa de animales exóticos o por particulares que aprovechan algún viaje para comprarlos, implica desde una multa de 18.000 euros hasta dos años de cárcel.
Existen en nuestro país diversas asociaciones particulares que trabajan para concienciar de la tenencia responsable de animales de compañía y para intentar evitar el abandono sobre todo en los meses de verano, que es cuando mayor número de abandonos se producen: casi el 40% de los 200.000 anuales. Las asociaciones proponen diversas alternativas frente al abandono tales como:
· Informarse para poder viajar con un animal de compañía.
· La búsqueda de un amigo o familiar que pueda hacerse responsable de la mascota durante el período vacacional.
· Una residencia que se quede al animal.
· Esterilización para evitar camadas no deseadas.
· Dar en adopción.
Muchas de estas protectoras luchan por sacar adelante los animales sin tener que sacrificar a ninguno de ellos, y abogan incluso porque se cambien las leyes y se prohíba el sacrificio de animales si no es por motivos estrictamente humanitarios.